No te rindas: Sigue adelante a pesar de los obstáculos
En esta entrada te escribiré sobre algo que todos experimentamos cuando estamos cansados o hartos de una situación: queremos tirar la toalla. Espero te sean de ayuda estas palabras justo en esos días, para que no te rindas y sigas adelante.
No pretendo ser un ridículo optimista al hacerte pensar que una o dos frases van a cambiar tu vida o tu momento. Lo que pretendo es escribir desde el corazón y con toda la sinceridad que hay en mí, sobre lo normal (a todos nos pasa) que es esa situación de querer abandonar y cómo es que puedes resistir y seguir avanzando.
Hoy tuve un día atípico, escribir cada línea de esta entrada está siendo mucho más difícil que otras veces. Debo decir, que he tenido varios días como hoy, donde simplemente no podía concentrarme o no fluían las ideas y las ganas como lo hacen generalmente.
Incluso se me cierran los ojos y eso que he dormido bien. No dormir bien dificulta realizar cualquier actividad, eso te lo aseguro. Pero, hoy, no es mi caso pues he dormido bien. Con toda esa situación ¿tú crees que realmente quería escribir esta entrada? ¡Por supuesto que no! Pero ¿sabes qué? desde el día que inicié este blog y me propuse que iba a escribir todos los meses, no he fallado en ni una sola ocasión.
Hay algo que va mucho más allá de mi cuerpo, más allá de mi cansancio y enfermedad, aunque esté en recuperación. Pero ese “algo” es lo que me hace sacar las fuerzas desde lo más profundo de mi ser y me dice: “sigue adelante, este mes no has escrito esa entrada y tú te has comprometido con esa meta”.
Hace unos minutos ni siquiera tenía ganas de sentarme frente al ordenador y ahora estoy escribiendo estas palabras. Esa fuerza invisible me hace revivir para poder hacerte llegar mis y pensamientos y eso es lo que le da vida a este blog: no el hecho de que yo escriba, y el que tú lo estés leyendo.
Ese es el “algo” que me hace publicar todos los meses sin excepción. Ese “algo” es ayudar a las personas, entenderlas, decirles que yo también soy vulnerable (y mucho), que yo también sufro, que también siento dolores por una enfermedad, que también me deprimo y tengo días nefastos, pero aquí sigo y estoy aquí por ti, por mí para ti para mí.
Para mí, es un privilegio sagrado el poder llegar a ti a través de mis palabras con este blog. Mi razón de ser es la de ayudarte a la vez de ayudarme, aunque sea un poquito en tu vida
No se trata de mí, ni de ti, sino de nosotros. Por eso es que no me puedo dar el lujo de no escribir, aunque me sienta mal por mis dolores y porque tengo días como todos tenemos que “no estamos”.
No puedo fallarle a quienes me leen, ni a mí mismo y no voy a fallar. Por los comentarios que me habéis hecho llegar, me siento muy feliz de que haya personas que leen estas palabras en varios países, aunque sean poquitas.
Aunque me leyera una sola persona –además de mí–, seguiría escribiendo hasta el final de mis días. Es una sensación que no podría explicar con palabras. A eso se le llama objetivo y motivación y sé que tú también tienes muchos, lo que yo quiero es que te acerques a esas motivaciones no las apartes a un lado nunca.
Mi propósito es servir y ser de mucha utilidad a través de lo que pueda crear mis ganas y mis habilidades, o incluso la falta de ellas. Aquí hay algunas cosas para seguir indagando en ese “algo” especial que me hace seguir adelante a pesar de los obstáculos y estoy seguro hará lo mismo por ti:
- Entiende que lo que intentas alcanzar va más allá de ti
Cuando Gandhi era joven tuvo muchos problemas al hablar en público y literalmente se quedaba pasmado sin poder expresar una sola palabra. Luego entendió que lo que buscaba iba mucho más allá de sí mismo y tenía un propósito y nobles ideales por conseguir, y pues como dicen, lo demás es historia.
Gandhi se convirtió en uno de los mejores líderes y oradores que ha tenido la humanidad al entender su lugar como servidor de un movimiento mucho más grande que sí mismo y sus propios intereses.
Una de las razones de que haya tantas carencias en los líderes actualmente es que tienen una obsesión por sus propios intereses, nunca se ponen siquiera a pensar en los demás, mucho menos en los intereses de las otras personas que los rodean.
Para muchas personas sólo existen sus propios problemas. Y el mundo puede caerse a pedazos si ellos no resuelven esos problemas. Esta mentalidad no te va a hacer llegar muy lejos, sin dudarlo cuando sientas los primeros obstáculos no tendrás algo por lo cual aferrarte con todas tus fuerzas.
Si no entiendes que lo que haces va más allá de ti, no vas a poder resistir los golpes en la nariz que los obstáculos te tienen preparados. Si te preguntas algo como:
¿Pero cómo puedo pensar que lo que hago va más allá de mí si no soy Gandhi?
Mi respuesta sería deja de pensar en ti tan constantemente. Empieza a ver el mundo a través de los ojos de los demás. Por ejemplo, un zapatero puede pensar en que lo que hace es para ganar dinero y ayudar a su familia y eso está muy bien. Hablamos de sus intereses personales.
Pero si ese mismo zapatero piensa en su profesión como una vía para servir a sus clientes y brindarles el mejor trabajo posible al restaurar sus zapatos, a los que posiblemente sus clientes sientan un arraigo emocional, entonces podrá percibir que repara zapatos que las personas adoran y quieren seguir luciendo mientras realizan sus actividades.
Si él logra hacer que sus clientes se alegren al ver sus zapatos funcionando otra vez, habrá logrado brindarles una alegría más grande que haber tenido que desembolsar dinero para unos zapatos nuevos. No sólo repara zapatos, también ayuda a las personas a ahorrar dinero.
Su trabajo ahora es sumamente importante, pues las personas necesitan calzado diariamente para realizar sus actividades. También necesitan ahorrar dinero y usarlo en cosas más valiosas. Para que esto sea posible, él tiene el privilegio de servirles aún en días muy difíciles.
Y aun cuando surjan obstáculos él seguirá viendo que su trabajo va más allá de sus propios intereses y los de su familia, contribuirá a mejorar la vida de sus clientes y para que esto sea posible él debe hacer su mejor esfuerzo todos los días. Eso es pensar más allá de ti.
2. Resiste los puñetazos de los obstáculos como un campeón
Esto me recuerda a una frase genial de Rocky, justamente en la película titulada “Rocky Balboa”:
Es un mundo malo y salvaje. Te pondrá de rodillas y te dejará permanentemente ahí si lo dejas. Nadie golpea tan duro como la vida, pero lo importante es lo duro que resistas y sigas avanzando.
– (Rocky Balboa)
No podría estar más de acuerdo con esta frase, la verdad es que la vida va a golpearte muy duro. En este caso me refiero a los obstáculos. Ellos querrán romperte la nariz y si estás vulnerable emocionalmente, lo harán con mayor razón y facilidad.
Así que:
Sigue, aunque ya no puedas, sigue
Aunque te estés ahogando, vamos, sigue ánimo
Ya te falta pocoLlegarás, tú llegarás
Llegarás, tú llegarás
3 comentarios en “Sigue adelante”
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Hola Carlos, al leerte he recordado nuestra conversación de ayer, cuando te comentaba de la importancia de ayudar a los demás para estar bien, y me encuentro con este post dónde lo expresas de una forma nítida e impecable. ¿Casualidad? seguro que no.
Me ha encantado esta entrada. Empiezas hablando de que te ha resultado muy difícil escribirla; y sin embargo, en mi opinión, es uno de tus mejores textos en el blog. Dicen que las cosas verdaderamente importantes requieren esfuerzo, que no son gratuitas, y con esta entrada me lo has confirmado: gran esfuerzo y gran resultado. Enhorabuena de nuevo por este trabajo.
Como tú sabes estoy metido en un proceso de crecimiento personal (por llamarlo de algún modo), y en este proceso tú me estás sirviendo de gran ayuda (más de que imaginas), me animas, me sirves de ejemplo, de referente, me motivas,….y por eso no puedo más que estarte agradecido. Gracias.
Me da «vergüenza» admitirlo, pero es así: aunque no sea comparable a los retos a los que tú tienes que enfrentarte, cada uno tiene sus propias batallas. No son comparables para nada, pero la mayoría de las personas tendemos a compararlo todo (gran error). Tu estás inmerso en esta gran lucha, y yo en la mía propia conmigo mismo. En mi proceso tengo mis recaídas, mis tropezones, no consigo llegar dónde me gustaría y al ver la lucha que tu tienes, me siento mal por un lado (por las dichosas comparaciones) pero por otro me sirves de ejemplo y me animas enormemente. No quiero parecer frívolo, estoy seguro que entiendes a qué me refiero. Cada cual tiene que enfrentarse a sus propios obstáculos, a sus propios miedos y, aunque comparando los de unos y los de otros algunos puedan parecer insignificantes, para cada cual los suyos pueden parecer insuperables; pero creo que tu, con este maravilloso blog, ayudas a todos ellos por igual.
No sé si habré conseguido expresar lo que pretendo o habré dado a entender cosas que no pretendía, pero cada cual que piense lo que quiera, al menos lo he intentado; tú Carlos se que me entiendes.
Gracias Carlos, sigue así que es el camino, que aunque a veces el día esté nublado, siempre vuelve a salir el sol; pero claro hay que salir de la cueva para poder disfrutar de él. A todos nos pasa de una forma u otra.
A ver con qué nos sorprendes en la siguiente…..
Besos
Buenas Alberto gracias por tu comentario me ha encantado y lo he entendido perfectamente hay buena conexión y hace falta poco para entendernos. Te animo a que des pasos. Mira el otro día hice una actividad para mejorar la heminegligencia que era copiar un dibujo de una cuadrícula en otra con un eje de reflexión. Muy entretenida, y me dijo mi psicóloga que hacía las líneas rectas muy rectas, muy bien.
Y le dije que el truco era antes de empezar a hacer la línea posicionar el lápiz en el primer vértice y mirar hacia el extremo final y, sin dudar lanzarme a unirlos. Son perder de vista el objetivo final creo que es lo que debemos hacer. Sabes dónde quieres ir pero si dudas o no te lanzas, no va a fluir cierra lo ojos y ve a tu objetivo cuando alguien quiere algo con muchas ganas el universo entero conspira para hacerlo realidad así que ya sabes ve a por ello todos podemos y si compararnos es un defecto que todos tenemos por vivir en un mundo altamente competitivo que ganas el que más likes tiene cuenta conmigo para lo que quieras siempre estaré a tu lado
Comparar no es malo, está bien sobre todo porque a veces hacemos un mundo de una mota de polvo; hace falta comparar para tener una referencia, para recuperar la perspectiva.
Desde hace demasiado la sociedad es una maquinaria especializada en aparentar, algo que nos hace mucho daño y nos impide ser nosotros mismos, algo que pasa una factura muy cara. No nos damos cuenta de que cada día es un regalo y una oportunidad, algo que nos negamos a nosotros mismos (perdón por redundar); me quiero referir a esas autocríticas descarnadas ante el espejo interior, y sin embargo, por fuera, aparentar ser estoicos. Hay que hacer las cosas en su justa medida. Si se está mal, expresarlo, desfogar un poco para coger aliento y recopilar los apoyos y objetivos para seguir. La vida nos da oportunidades que no nos concedemos: tenemos derecho a rompernos, a tener un mal momento, a tener defectos y a fracasar pero sin frustrarnos para seguir intentándolo, porque el fracaso verdadero es darse por vencido.