"Tus pequeñas victorias construyen los grandes avances"(Frederic Skinner)
Todo avance, por pequeño que sea, es una gran victoria y más cuando pasamos por un mal momento. Entender que cada uno tenemos nuestros tiempos y que para lograr algo, a veces, no hace falta correr como lo hacen otros o lo hacíamos antes. La clave es la salud y la actitud.
Concédete el reconocimiento que mereces. (No seamos tan duros con nosotros mismos). Da valor a tus logros, a tus pequeñas victorias cotidianas, a esas metas conquistadas que te demuestran que vas en la buena dirección. Hacerlo, elevará tu autoestima y capacidad de logro, pero, eso sí, evita ante todo compararte con los demás o con lo que eras antes. Porque en materia de avances cada uno lleva un ritmo y marca sus propios tiempos; sin prisas ni presiones.
Admitámoslo, vivimos en una sociedad altamente competitiva en la que destaca el que más tiene, el que llega antes, el que más seguidores acumula, el que logra objetivos en las más complejas circunstancias. Todas esas personas, evidentemente, nos llaman la atención e incluso las admiramos por su excelente rendimiento. No obstante, no podemos tenerlos como ese referente constante en el cual reflejarnos.
Habrá, por ejemplo, quien supere su depresión en poco más de seis meses. Otros, en cambio, necesitan años debido a que cada poco tiempo sufren alguna recaída, algún retroceso. Asimismo, hay quien se habitúa a su enfermedad crónica (diabetes, fibromialgia, enfermedad de Crohn…) con rapidez y eficacia, asumiendo su nueva realidad con ánimos y aceptación. En cambio, otras personas necesitan más tiempo y más apoyo.
En esa materia por alcanzar el bienestar no hay ganadores de primera o perdedores de segunda. No hay prisas. Hay logros cotidianos que nos permiten avanzar y cada uno lo hace a su ritmo particular; ni mejor ni peor.
Aún recuerdo el día que me subí a mi furgoneta sin la ayuda del escalón. Lo celebré como el que mete un gol en una final. Llamé a mi gente para contarlo y celebrarlo y «sólo» había subido a la furgoneta (algo que se hace inconscientemente) pero fue una pequeña victoria, mi pequeña victoria.
Carlos,
Me parece super ilustrador este post y no puedo estar mas de acuerdo contigo.
Un fuerte abrazo!
Alberto
graciasAlberto! es de mis preferidos la vida va a otro ritmo y nos dejamos arrastrar por ella