Cuando hablo del Carlos antes del ictus y del que resucitara me refiero a él con el nombre de Carlos1.0 y, al actual Carlos2.0 Sigue siendo Carlos, pero es una versión mejorada.
La gratitud es la memoria del corazón
Trabajo para ser mejor persona, pero el interior es el mismo, la persona es la misma, donde uno acaba empieza el otro.
Hoy es el día de nuestro cumpleaños. El año pasado no pude celebrarlo ni soplar las velas. Este año soplaré más fuerte por aquella ocasión
Querido Carlos1.0,
Hoy me siento compelido a escribirte esta carta llena de gratitud y añoranza. Sé que ya no eres la misma persona que eras antes de que el ictus cambiara nuestra vida, pero quiero aprovechar esta oportunidad para despedirme y expresar mi aprecio por todo lo que fuiste y lo que has dejado en mí.
En primer lugar, quiero agradecerte por la maravillosa persona que eras. Recuerdo tu fuerza y valentía al enfrentarse a los desafíos de la vida. Tu enfoque incansable en superar obstáculos y tu determinación en alcanzar tus metas son cualidades que me han inspirado en este proceso de rehabilitación. Me enseñaste que no hay barreras insuperables y que la perseverancia puede llevarnos a lugares inimaginables.
A medida que avanzo en mi camino de recuperación, valoro más que nunca la implicación que demostrabas en todo lo que hacías. Tu pasión por aprender, crecer y ayudar a los demás era contagiosa. Ahora, me esfuerzo por seguir tu ejemplo y encontrar nuevas formas de contribuir a la sociedad, a pesar de las limitaciones físicas que el ictus ha impuesto en mi vida.
Cada día echo de menos tu optimismo inquebrantable y tu actitud positiva hacia los desafíos. Eras capaz de encontrar la luz incluso en los momentos más oscuros, y eso me brindaba consuelo y esperanza. Ahora, enfrento momentos de frustración y tristeza, pero tu legado de positividad me recuerda que puedo superar cualquier adversidad si mantengo una mentalidad resiliente.
Carlos1.0, agradezco profundamente todo lo que me has dejado en mi corazón y en mi mochila de recursos.
según va pasando el tiempo, no puedo evitar sentir una profunda añoranza por la forma en que te enfrentabas a las cosas. Tu capacidad para superar obstáculos y adaptarte a las circunstancias era asombrosa. Recuerdo cómo, incluso en los momentos más desafiantes, encontrabas la fuerza para seguir adelante. Extraño esa valentía y esa confianza que emanabas. Cada vez que enfrento un nuevo desafío, busco en mi interior esa chispa que tú poseías y que me impulsa a seguir adelante.
El propósito de esta carta es no solo agradecerte, sino también despedirme de ti como parte del proceso de duelo y aceptación.
Los recuerdos de nuestros éxitos y alegrías compartidas son un tesoro que atesoro en mi interior. Tu habilidad para encontrar la felicidad en las cosas más simples de la vida me ha enseñado a valorar cada pequeño paso que doy en mi proceso de rehabilitación. Aunque ya no estés presente en mi día a día, tu espíritu vive en mí y me impulsa a seguir adelante.
En esta despedida, quiero darte las gracias por tu ejemplo de fortaleza y superación. Tu existencia ha dejado una huella imborrable en mi vida y me ha enseñado a abrazar los desafíos con gratitud en lugar de resentimiento. Agradezco a la vida por haberte conocido y por haber tenido la oportunidad de ser parte de tu historia.
Carlos1.0, aunque sienta tu ausencia, estoy comprometido a continuar mi rehabilitación con la misma dedicación y pasión que tú habrías tenido. Prometo honrar tu legado a través de mis acciones y alcanzar mis metas, no solo por mí, sino también por ti.
Con todo mi agradecimiento y con el corazón lleno de añoranza, me despido de ti. Sé que siempre serás una parte esencial de mi historia y tu recuerdo seguirá motivándome a superar los desafíos que encuentre en el camino.
Con gratitud eterna,
[Carlos2.0
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No puedo expresar con palabras lo agradecido que estoy por la amplitud de recursos que me has dejado como herencia. Tus conocimientos y habilidades que desarrollaste en la vida han sido invaluables para mi recuperación. Gracias a ti y al deporte que hiciste, he adquirido herramientas y técnicas que me han permitido mejorar mi movilidad, mi capacidad cognitiva y mi calidad de vida en general.
A medida que avanzo en mi camino de rehabilitación, siento tu falta más que nunca. Sin embargo, sé que esta época ha llegado para que continúe creciendo y enfrentando los desafíos por mi cuenta. Ahora estoy yo para y por los dos Me llevo conmigo tus enseñanzas y el espíritu resiliente que siempre inculcaste. Gracias a ti, me siento equipado para abordar los obstáculos futuros con confianza
Pero, sobre todo, te echo de menos, Carlos 1.0. Echo de menos tu sonrisa radiante y tu energía inagotable. Extraño la forma en que vivías cada momento con intensidad, sin preocuparte demasiado por el pasado o el futuro. En estos días de rehabilitación, me he dado cuenta de lo frágil y valioso que es el tiempo, y desearía poder retroceder y aprovecharlo aún más, al igual que tú lo hacías.
Hoy te digo adiós, pero siempre te llevaré en mi corazón. Me despido con la certeza de que, aunque las circunstancias hayan cambiado, el espíritu de Carlos 1.0 nunca se desvanecerá por completo. Tus cualidades y virtudes se mantendrán presentes en mi camino de recuperación, y cada paso que dé será en honor a la persona ejemplar que fuiste.
Gracias, Carlos 1.0, por todo lo que me has dejado. Gracias por ser gran parte de mí
¡Felicidades a los dos! Este cumpleaños es infinitamente mejor que el anterior. Hace un año los médicos ya no contaban con Carlos 1.0 y nadie pensaba que existía un 2.0. Por suerte el regalo fue la vida y para todos ha sido tener a un Carlos, alguien que mejora el mundo en el que vivimos.
Te queremos mucho. Esperamos verte celebrar más cumpleaños y que sigas mejorando en cada uno de ellos.
¡Mil abrazos!
Gracias Dani por tus palabras y gestos nos queda mucho por vivir aún hay mucho Carlos que conoce y aguantar jaja. Un abrazo
Feliz cumpleaños. Feliz avance.